Hemos
concluido con alegría y esperanza el curso pre-matrimonial en nuestro Arciprestazgo, nueve parejas han
compartido con ilusión “la alegría de su amor”. El compromiso no termina aquí,
como Iglesia seguimos a su lado respondiendo al llamado de Dios.
El
Papa Francisco nos anima y orienta en este ideal del acompañamiento de aquellos
que se preparan al matrimonio y se comprometen en un sí para siempre: “en la
alegría y el dolor, la salud y la enfermedad…”
“Tanto la preparación próxima como el
acompañamiento más prolongado, deben asegurar que los novios no vean el
casamiento como el final del camino, sino que asuman el matrimonio como una
vocación que los lanza hacia adelante, con la firme y realista decisión de
atravesar juntos todas las pruebas y momentos difíciles. La pastoral
prematrimonial y la pastoral matrimonial deben ser ante todo una pastoral del
vínculo, donde se aporten elementos que ayuden tanto a madurar el amor como a
superar los momentos duros…” (A.L. No. 211. Papa Francisco)
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