viernes, 12 de diciembre de 2014

Nidos de cigüeña en las torres de Iglesia

Nidos de cigüeña en las torres de Iglesia: entre la nostalgia, el abandono y el peligro 

“Siempre hemos visto el nido de cigüeña en lo alto de la torre, y nunca ha pasado nada”. Esto es lo que solemos oír a menudo a nuestras gentes, cuando se habla de los nidos de cigüeña a propósito casi siempre de la amenaza que suponen para los tejados o para los transeúntes. Y es que los nidos parece que no interesan a nadie hasta que el cura y su consejo de economía informan a los parroquianos de su inminente retirada por deterioro del nido o del propio tejado. 


Es entonces cuando saltan las alarmas entre todos y se oyen pareceres para todos los gustos. Lo que no se suele preguntar son las condiciones en las que ese nido está dejando a los tejados de la iglesia y de la torre al borde de la ruina, si sus canales no dan abasto con los desperdicios de tan encantadores y espirituales aves, si los transeúntes están asegurados en el caso de que ese nido deteriorado se venga abajo, quien es el responsable de todo esto, el propietario o las autoridades correspondientes… 

Preguntas y preguntas sin respuesta aparente o quizás sin deseos de ser escuchadas para nuestra mejor información y la responsabilidad de cada uno y sus comentarios, la mayor parte de las veces desinformados y malintencionados. 


A comienzos de este año, los sacerdotes comentamos entre nosotros los numerosos desperfectos que nidos de cigüeña sin control, deteriorados y sobre-dimensionados están ocasionando a los tejados de varias de nuestras iglesias. Y es que uno no se lo puede imaginar hasta que no sube y ve lo que pasa con estos nidos. Esto es un año y otro y al siguiente igual. Estas cigüeñas tienen montado un verdadero piso y a todo lujo y además se parecen mucho a nosotros pues no dejan de acumular año tras año. No se conforman, no, con un poco, necesitan renovar, más y más cada año…, y alguien debiera controlar ese impulso insaciable de tan bellos anima…lotes. 

La suerte de nuestro Arciprestazgo es que contamos con Alfonso, “el Padre soluciones”, que hace lo que nadie, ni siquiera con dinero, se atreve a hacer: subir y quitar el destartalado y desproporcionado nido (claro está, con los permisos requeridos de la Territorial de Medio Ambiente de la Junta y el previo aviso a los guardas forestales). 


Mientras unos se quejan y suben fotografías para ellos, de algo atroz y salvaje, como es quitar un nido amenazante de cigüeñas, a otros nos toca pagar eso, poner la cara, y arreglar los desperfectos ocasionados por estos bichos, que bien podían poder sus elegantes nidos en las casas de quienes los protegen. No tendrán campo estos para procrear, en una sociedad como la nuestra que ni quiere oír hablar de traer al mundo nuevos infantes. 

En fin, como comentaban allá por Villeguillo, cuando vieron desaparecer su milenario nido triple y adosado de cigüeñas con piscina climatizada y pista de pádel: “se nos va el nido de cigüeñas y ¿quien nos traerá a partir de ahora a los niños de Paris?. En fin, más leña al fuego.

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